Aprovechando el buen tiempo que ya comienza a hacer, no podemos olvidarnos de una de las fiestas más típicas de nuestra comunidad autónoma: Extremadura. Se trata de la fiesta del cerezo en flor, típica de una de las zonas más ricas en naturaleza de nuestra tierra, el Valle del Jerte.
En el Valle del Jerte podéis encontrar un millón y medio de cerezos que ya en estos días se encuentran en flor. Aunque la floración no se da en una fecha fija, la flor del cerezo comienza a florecer normalmente entre la segunda quincena de marzo y la primera semana de abril. Así que es el momento idóneo para hacer una escapada por algunos de los pueblos del Valle: Navaconcejo, Valdastillas, Cabezuela del Valle o Rebollar, entre otros. Esta fotografía es de hoy mismo:
Esta fiesta se viene celebrando desde los años 70, cuando los once ayuntamientos que forman la comarca del Valle del Jerte se pusieron de acuerdo para celebrar una fiesta que sirviera de celebración, reunión y confraternización para todos los pueblos y para los visitantes. Cada año los principales actos se agrupan en dos pueblos de la comarca, que van rotando año tras año.
El turismo en la zona esos días es enorme, y no sólo de gente de nuestra tierra sino de otras comunidades autónomas e incluso de otros países. Además, las empresas locales aprovechan para promocionar sus productos típicos, como aguardientes, licores, vinos de pitarra, mermeladas y dulces.
Pero hablemos un poco más de los cerezos: podemos encontrar diferentes variedades, como por ejemplo los de cola larga, burlat, lamber y ambrunés. Las cerezas más famosas de España son sin duda las del Valle del Jerte, aunque también podemos encontrar una buena cereza en la comarca de las Villuercas, también en Cáceres. En otras partes de España, destaca el cerezo mediterráneo, cultivado en Castellón (Chiva, Gestalgar y Salsadella), Girona (Terradas) y en Vall de Gallinera (Alicante).
A su vez, la madera del cerezo es muy apreciada en ebanistería.
El cerezo normalmente requiere frío para su crecimiento, de ahí que sea típico de una de las zonas más frías de nuestra comunidad. Es un frutal que resiste bien las heladas, siempre que éstas no sean tardías, lo que acabaría por dañar su fruto. Así mismo, necesita también de sol. En cuanto al suelo más apropiado para plantar cerezos, se adapta mejor a suelos calizos, frescos y profundos. No tolera el encharcamiento. Es necesario podarlo en otoño, antes de la caída de su hoja.
Si lo que te gustaría es plantar un cerezo a partir de la semilla, debes esperar al invierno. La semilla debe permanecer en remojo al menos 24 horas antes de su plantación, que debe hacerse en un espacio pequeño y bajo una fina capa de tierra. Previamente es aconsejable poner abono orgánico al suelo donde lo vayas a plantar. Después, sólo te queda vigilar su crecimiento. Si no hay éxito, siempre puedes acudir a un vivero y comprar uno ya enraizado.
Si ya tienes el árbol, debes estar atenta a los bichitos que pueden atacarle: el pulgón, la araña roja, las orugas barrenadoras y mucho cuidado también con los pájaros, que pueden atacar los árboles cuando el fruto comienza a estar maduro. También le pueden atacar otras enfermedades como el oídio, el cribado, la monilia o la gomosis.
Si no has tenido ninguno de estos problemas o bien los has salvado, desde mayo hasta julio podrás comer sus ricas cerezas.
Ya sabéis, una de las cosas que dicen que hay que hacer en la vida es plantar un árbol. Si te animas y lo consigues, ¡mándanos una foto! Mientras tanto, puedes deleitarte con una excursión a nuestro querido Valle del Jerte.
¡Buen fin de semana!
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